EL JARDÍN DE INFANTES
PONIENDO LAS BASES
Los niños del primer septenio aprenden mejor a través de la imitación,
a través de sus sentidos y a través del movimiento. Los salones son coloridos,
etéreos y llenos de luz, belleza y variedad de elementos naturales.
Cada salón provee una atmósfera segura y cuidada donde los niños pequeños
pueden aprender sobre ellos mismos y su mundo. El aprendizaje vivo y la creatividad se cultivan intencionalmente a través de actividades imaginativas y con propósito.
Por eso están constantemente haciendo, construyendo, cantando, amasando, cavando, cocinando, haciendo jardinería, pintando y colaborando con las tareas de ordenar.
En el juego creativo desarrollan habilidades sociales, y se vuelven cada vez más dueños de su propio cuerpo.
A través de canciones, rimas y cuentos de hadas se nutren de la belleza del lenguaje.
La belleza, la lógica y el propósito de lo que van experimentando crea un sentimiento de armonía y funda para las próximas etapas el desarrollo de la memoria, la atención y la creatividad.
Los grupos de edades mixtas proporcionan un ambiente parecido al del hogar, donde los niños pueden crecer y madurar. Cada día tiene ritmo y balance, lo que proporciona el espacio que necesitan para vivificar su imaginación y utilizar su voluntad a medida que exploran, juegan y socializan. Nuestros docentes saben que están educando la totalidad del niño, ayudando a construir conexiones cognitivas y creando un fundamento fuerte y creativo para el posterior desarrollo de un saludable pensamiento conceptual abstracto. Ponemos un enorme cuidado en crear ambientes estructurados, nutrientes, consistentes y enriquecedores.
EL JUEGO COMO BASE DE UN DESARROLLO SANO:
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Las rondas y los momentos de cuento los preparan para el lenguaje de las artes, despiertan y cultivan el amor por las maravillas de las palabras, e incentivan la capacidad de desarrollar ricas imágenes internas. Todas habilidades precursoras necesarias para la posterior lecto-escritura.
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Los juegos rítmicos, canciones y movimientos construyen comprensión espacial; las actividades diarias trabajadas rítmicamente (preparar el pan, poner la mesa, etc.) conllevan el aprendizaje de las matemáticas, secuenciación y habilidades numéricas.
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La exploración y observación del mundo natural los prepara para las ciencias naturales.
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El juego creativo apuntala el aprendizaje auto-motivado.
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Las actividades artísticas preparan la resolucion creativa de problemas.
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Los vínculos fuertes con sus maestros y compañeros contribuyen al saludable desarrollo social-emocional.
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La utilización de materiales naturales y nobles enriquece la percepción y desarrollo de los sentidos.

